El Dr. Hans Selye, en 1936 acuño un nuevo concepto :"Stress o Estrés". "La tensión en la vida moderna".
La palabra Estrés deriva del latín Estringere que significa provocar tensión.
Dice el Dr. Hans Selye en referencia al estrés : El problema no es abolir el estrés sino dominarlo; no sera evitando tensiones como conseguirán los hombres vivir distendidos.
Es por medio del Síndrome General de Adaptación que nuestros órganos internos, especialmente las glándulas endocrinas y el sistema nervioso, nos ayudan a ajustar nuestro organismos a los cambios constantes que ocurren dentro y alrededor nuestro. La vida es en gran medida un proceso de adaptación al cambio o los acontecimientos de nuestra existencia. El secreto de la salud y la felicidad consiste en la adaptación exitosa a las condiciones siempre cambiantes sobre la tierra.
Estrés es una respuesta no específica del organismo ante cualquier demanda que se le imponga. La facultad de adaptación es probablemente la más importante de la vida.
Nuestra vitalidad, nuestro bienestar, puede verse o sentirse
aumentado o disminuido, por motivos tan variados como los que seamos capaces de
pensar o por no querer ver sino una sola forma de actuar en nuestra
cotidianidad.
Es decir, si nos cerramos o empeñamos a pensar que las cosas solo son de ésa
manera que nosotros pensamos... nos encontraremos, si es el caso, por ejemplo :
vamos conduciendo nuestro coche tranquilamente por la autopista y
confiados en que solo hay una dirección en todos los carriles, ya que así debe
ser,. Pero dentro de esa seguridad le hemos de añadir, que no es total, y es
necesario que la prudencia nos acompañe. Si yo voy tranquilo por la autopista
conduciendo, y a la vez estoy atento en todas direcciones, y sé que
alguien (o algo o cualquier imprevisto), puede acontecer, es decir voy alerta y
tranquilo, yo voy seguro y prudente, lo cual me reporta confianza en mí. Ahora
bien, no es lo mismo, que cojamos el coche y nos pongamos a circular por la
autopista, con el coche lleno a rebosar de pasajeros como : "llego tarde" , "tendría que haber cambiado el aceite hace días" , "estos zapatos me aprietan" "esta noche voy al cine", "tengo ganas de que llegue el fin de semana" , "El tránsito es cada vez peor", "no llego con lo que gano a fin de mes" , "los recibos por pagar se me amontonan",
etc. etc. etc. Y curiosamente como por casualidad, como dicen algunos,: el
coche de delante frenó bruscamente... y nosotros que íbamos tan bien
acompañados con nuestro incesante parloteo y saltando de una cuestión a otra...
pues nos encontramos que chocamos sobre el coche de delante... porque claro, no
nos ha dado tiempo de frenar. EL Estrés es algo parecido a no poder frenar.
Nosotros vamos circulando por la vida y lo hacemos con una estructura muy
compleja, la cual sabe funcionar sola y funciona muy bien, pero nosotros la
vamos sobrecargando, y con el tiempo, ésa estructura fantástica, empieza a
parecernos algo extraño y vamos al médico y le decimos, por ejemplo, me duele
la espalda y antes nunca me había dolido,. Vamos al médico como si llevásemos
el coche al taller, y le pedimos al mecánico que arregle la chapa igual que la
tenía antes. Muchos objetarán "ya
sabemos que no somos un coche”. Bien, pues dejemos de comportarnos
como si lo fuéramos, y si no lo hacemos hemos de pensar que a los coches, si se
les exige demasiado "se queman",
y si no se usan "se quedan sin batería”.
Nuestro cuerpo posee la inteligencia homeostática " (Conjunto
de fenómenos de autorregulación, que conducen al mantenimiento de la constancia
en la composición y propiedades del medio interno de un organismo) estado
que puede variar, pero que es relativamente constante".
El estrés sería pues conducir un 600 y llevar en la mente que es un porche o
conducir un porche como si llevásemos un 600. Y si llegado el caso dejamos de
ser coches (máquinas), con qué nos encontramos............
"Quién soy yo"… y eso es fantástico, ya que
nuestra existencia variara con la sola pregunta sincera de ¿Quién soy yo?.
Pregunta que tampoco nos es desconocida, ya que hubo un tiempo atrás... quizás
aún demasiado niños, que ya nos la hicimos, ¿Quién soy yo?.... pues yo soy un
ser maravilloso y como tal tengo derecho a sentirme bien. (también tengo la
responsabilidad de no dejar que la máquina campe a sus anchas) Pero ahora tengo
estrés, estoy estresado, cansado, sin ganas, no puedo concentrarme en casi
nada, por mi cabeza no paran de pasar pensamientos, me duele la cabeza, tengo
palpitaciones y cuando no las tengo estoy esperando a ver cuándo aparecerán, no
puedo dormir, o me despierto varias veces por la noche, me siento como una gran
duda caminando, me mareo con poca cosa, creo que me voy a morir.... y un largo
etc. etc. etc. Sea por lo que sea, ha llegado un momento en que no nos
sentimos bien, y puede que no sepamos el motivo, incluso podemos no tener
motivo al menos aparente. Pero no estamos satisfechos..... Bien, una cosa que
podemos ver es que siendo como somos o
actuando como actuamos o pensando como pensamos, nos ha llevado hasta donde
ahora nos encontramos, al estado en que nos encontramos.... Y
bien, podemos intentar, empezar a sentirnos, empezar a conocernos, y una de las
mejores formas es, parar unos momentos y vivenciarnos a nosotros mismos, poniendo en ello nuestro mayor cariño y
respeto... y poco a poco nuestras vivencias y su repetición nos irán
transformando en personas más conscientes, más serenas, más fuertes física y
mentalmente, con la cual cosa incluso nuestro sistema neuroinmunológico quedara
reforzado.
En general, el estrés surge cuando nos sentimos incapaces de responder y
adaptarnos a una determinada situación. Percibimos dicha situación como
excesiva, incontrolada e incontrolable. Cada persona puede reaccionar de forma
diferente al estrés. Sin embargo, podemos identificar una serie de síntomas
comunes: aumento de los niveles de tensión, depresión, irritabilidad,
dificultad de concentración, enfermedades psicosomáticas (cefaleas,
hipertensión, accidentes cardiovasculares....) El estrés es una alteración
progresiva, causada por las presiones y exigencias de la vida moderna, de la
sociedad y también de uno mismo.
Una forma agradable y saludable de reponernos al estrés es
aprender a relajarnos, aprender a sentirnos, darnos un tiempo para adentrarnos
en nosotros y poco a poco entender que nos hemos de tratar en todo momento de
la forma que trataríamos nuestro mejor amigo, en definitiva eso somos.... nuestro mejor amigo y fiel compañero
para toda la vida.
Otra forma de comentar sobre
lo mismo es:
Nuestra cotidianidad… tan distinta para cada uno de nosotros… y la misma para
toda la humanidad.
Vean este mar de fondo, hermoso, tranquilo, sereno convidándonos a lo mismo.

Nosotros sabemos que en su interior alberga infinidad de
formas distintas de vida, pero en este momento que estamos observándolo, vemos
que todo está en calma. Palabra muy reconfortante C A L M A , solo pronunciándola nos
podemos sentir transportados fuera de lo que nos está presionando, y nos vamos
situando en su dulce sonido vibratorio : C A L M A cual un suave abrazo, que nos lleva fuera del
extremo y nos ancla en un lugar más calmado donde todo es lo que era, pero
ahora nosotros lo vemos como es. Entendemos que la integración es armoniosa.
Lo mismo sucede con nosotros. Necesitamos saborear la tranquilidad, la calma,
la serenidad, tanto física como mentalmente, en nuestra vida.
Si en este mar, sus habitantes internos, un día decidieran competir entre ellos
para, por ejemplo, a ver quién salta más alto. Seguramente nos encontraríamos
contemplando un cuadro escalofriante. Cuadro que podemos comparar con nosotros
mismos, es decir, cuando nos dejamos llevar por pensamientos que nos confunden,
o rememoramos sucesos desagradables, o por creencias a veces impuestas, pero
que hemos aceptado, o por sentimientos, o por impulsos, o nos sumergimos en
pensamientos sin sentido, en parloteos incesantes, o nos anticipamos a sucesos
negativos, etc. etc. etc.
Si pudiéramos ver lo que sucede en nuestro interior, cuando por ejemplo
sufrimos de un ataque de ira, de odio, sentimientos éstos muy poderosos.
Nuestras estructuras biológicas están trabajando contra esa fuerza de
sentimiento que les ha invadido, y muchas veces el resultado es una subida de
la presión sanguínea., un dolor de cabeza., una contractura cervical, etc. etc.
Somos seres que nos afectan nuestros pensamientos, sentimientos, y nuestro
sistema hormonal reacciona frente a ellas con diferentes componentes químicos,
que pueden llegar a ser tóxicos si los mantenemos excitados en el transcurso
del tiempo, y es por ello la necesidad de aprender a conocernos para
comprendernos y llegar a tratarnos mejor que trataríamos a nuestro mejor amigo.
Con mucho cariño, Nuria
Una acción que podemos realizar para nosotros mismos, es aprender a relajarnos. Para ello nada mejor que buscar un centro especializado, pues es muy interesante, importante el intercambio de expresiones. Pero mientras tanto si queréis os dejo una breve pincelada, para hacer una relajación.
Ya sabéis: un lugar en el que no
os molesten mientras la realizáis, y sin prejuicios ni críticas
nos disponemos para pasar unos momentos agradables con nosotros mismos y
tratarnos con mucho respeto y cariño. Al finalizar es
aconsejable que escribáis lo
que habéis ido sintiendo; os servirá pasado un tiempo
para observar los cambios.
Incluyo una breve relajación de base. Es una relajación (sentados en
una silla) en la cual iremos pasando por diferentes partes del
cuerpo en dirección de arriba abajo,. Primero tomaremos consciencia de
nuestra cabeza y cara. Segundo de la zona de nuestro cuello y nuca. Tercero el
tórax y espalda. Cuarto el abdomen. Quinto bajo abdomen piernas y pies. Para
terminar activando tres cualidades de nuestra personalidad: La confianza o
seguridad en nosotros mismos. La armonía entre la mente y cuerpo y
La capacidad de ilusión. Y finalizamos moviendo manos y pies, respirando
profundamente varias veces y estirando suavemente todo el cuerpo.
Con mucho
respeto Nuria.
CURSO EN PANTALLA del Primer grado de la relajación dinámica de Caycedo, por si os puede interesar
No hay comentarios:
Publicar un comentario