Mensaje del día
Día 10: Toda plenitud viene de la paz
Todos conocemos la satisfacción pacífica que provine de sentirnos plenos. Hoy aprendemos que la paz es primero. No es resultado de la plenitud, es la fuente de la plenitud. En la meditación descubrimos que la paz es nuestro verdadero Ser. En ese estado de paz, no hay ansias ni carencias. Las necesidades son la afirmación de la vida y surgen no de la carencia, sino de la abundancia. En realidad, nuestro verdadero Ser es una felicidad modesta.
Texto
Día 10: TODA PLENITUD VIENE DE LA PAZ
El principal síntoma de cualquier desequilibrio es que se siente perturbador. El dolor mental y físico tiene una influencia inquietante y pesada. Bloquean la satisfacción y el bienestar.
Lo contrario de la agitación es la paz, que también es ligereza del alma. Cuando llega un momento de profunda satisfacción, la mayoría de la gente siente que se ha quitado un peso preocupante de encima y dice: “Me puedo relajar y estar en paz.” ¿Cómo puedes deshacerte de los pesos de los problemas, la preocupación, la insatisfacción y la agitación mental?
Me encanta el dicho: “No hay camino para la paz. La paz es el camino”. Tu verdadero Ser es la paz perfecta y tú manifiestas paz al reconocer de manera consciente tu paz interior. En otras palabras, la paz es lo primero, no lo último.
La gente tiende a entenderlo al revés. Trabajan en aras de una meta que les dará satisfacción, y a partir de esa meta esperan encontrar la paz. La meta podría ser una larga vida laboral, un cónyuge perfecto y la abundancia de la riqueza y las posesiones. Pero, ¿Qué sucede si en cambio pensamos que la paz es lo que causa satisfacción? Entonces, el panorama cambia radicalmente.
En un estado de paz, no hay más antojos. Cuando te sientes vacío, insatisfecho, inquieto, inferior, deseoso y necesitado te distraes de la satisfacción de tu verdadera naturaleza.A medida que practiques una vida de paz, hay varios cambios importantes que puedes alinear con tu verdadero Ser:
Comienza desde un lugar de respeto para todos y busca puntos en común. No manifiestes ira a menos que sea absolutamente necesario. Anima y reconoce a los demás en lugar de criticarlos. En presencia de un conflicto cotidiano, aléjate. La mejor contribución que puedes hacer en casi cualquier conflicto es permanecer centrado, respetuoso y tranquilo. Cuando sientes un impulso de amor y afecto, agrega palabras o gestos a ese sentimiento, de modo que toque a otra persona. Podría ser una sonrisa o una palabra amable.
La belleza de una vida vivida en paz es que estás creando un nuevo yo más ligero, sin esfuerzo y con alegría, uniendo tus aspiraciones internas y externas. Este es el estado máximo de armonía. En la paz, sueltas todas las cargas, porque pertenecen a un yo motivado por la carencia y la necesidad. Hay una enorme paz en el hecho de saber que la clave para la sanación es simplemente ser uno mismo.
Mientras nos preparamos para meditar juntos, consideremos por un momento nuestro pensamiento central:
YO VIVO EL CAMINO DE LA PAZ
YO VIVO EL CAMINO DE LA PAZ
Ahora, vamos a prepararnos para nuestra meditación. Ponte cómodo o cómoda y cierra los ojos. Comienza a ser consciente de tu respiración y solo respira lenta y profundamente. Con cada respiración, permítete relajarte cada vez más.
Ahora, poco a poco, incorpora el mantra ... OM SHANTI OM... OM SHANTI OM... Este mantra trae la paz en todos los aspectos de nuestra vida, de adentro hacia afuera... Repite en silencio ... OM SHANTI OM... OM SHANTI OM... OM SHANTI OM...
Con cada repetición, siente tu cuerpo, mente y espíritu abiertos, y recibe un poco más. Cada vez que te sientas distraído, distraída, por tus pensamientos o por los ruidos del entorno, simplemente regresa tu atención y empieza a repetir mentalmente el mantra ... OM SHANTI OM... OM SHANTI OM... OM SHANTI OM...
Por favor continúa con la meditación. Yo estaré atento al tiempo transcurrido y al final me escucharás hacer sonar una suave campana ... OM SHANTI OM... OM SHANTI OM... OM SHANTI OM ...
Es momento de liberar el mantra. Sigue sentado y relajado, inhala y exhala lentamente. Cuando estés lista, listo, abre los ojos despacio.
Al transcurrir tu día, ten en cuenta este pensamiento central:
YO VIVO EL CAMINO DE LA PAZ
YO VIVO EL CAMINO DE LA PAZ
Namasté
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN
1: Escribe tres maneras sencillas en las que puedes llevar más paz a tu vida. Por ejemplo, puedes disfrutar de 5 a 10 minutos de inactividad dos veces al día o dar una caminata para sentir el aire fresco y los rayos del sol después de comer.
2: Escribe tres cosas cotidianas que te molestan o incomodan, seguida de una lista de formas sencillas para mejorar dichas situaciones. Por ejemplo, puedes alejarte de situaciones estresantes o compartir el viaje en auto si los recorridos que haces te llenan de frustración e irritabilidad.
3: Reflexiona y escribe en un diario tu visión ideal de una amistad que sea cómoda, fácil, llena de luz y risa y que te consuele cuando te sientas decaído. Haz una lista de formas en las que podrías hacer que una amistad actual se acerque más a ese ideal. Por ejemplo, podrías escuchar y ser más comprensivo.
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