Mensaje diario
Para aceptar nuestra naturaleza atemporal, no tenemos que ir a ningún lugar ni hacer nada. Todo lo que necesitamos es permitir que la conciencia vaya de la atención dirigida externamente a una atención apacible dirigida hacia adentro que siempre es el fundamento de la experiencia. Cuando la conciencia se adentra en su naturaleza eterna atemporal, se adentra en el momento presente; vuelve a su verdadero Ser.
Texto
Día 20 Aceptamos la atemporalidad
Cuando comienzas a explorar la naturaleza del tiempo no te imaginabas que llegarías a la atemporalidad, no obstante, si el momento presente es atemporal, siempre estamos, ya allí. El hecho de que eres atemporal puede parecer difícil de entender, así que vamos a analizarlo más a fondo.
Piensa como tus pensamientos brotan en la tranquilidad de tu mente, la atemporalidad también es tranquila, la quietud siempre está, siempre, como el silencioso telón de fondo de la vida, así mismo la atemporalidad siempre está ahí, como telón de fondo del tiempo, esto no es tan extraño como parece, porque cuando vamos al cine experimentamos la acción en la pantalla, pero si queremos podemos observar que la pantalla, nunca se mueve, y no involucramos en el drama.
En la vida real la gente olvida el telón de fondo de la conciencia silente y atemporal, pero puede recuperarlo, cuando esto sucede, descubres que has sido atemporal todo el tiempo, el momento presente es atemporal y la vida de todos nosotros es sólo la experiencia de los momentos presentes.
He aquí un ejemplo, de cómo deshacer tu condicionamiento. Concentra tu atención sobre algún objeto mundano y familiar como por ejemplo, una taza de café, deja que tus ojos se concentren con un poco más de suavidad y en lugar de ver un objeto redondeado con un mango, que esta ahí con tres dimensiones, velo como una imagen plana con colores cambiantes, como una taza de café pintada sobre papel tapiz.
Ahora deja que tu atención se expanda más allá de la imagen de la taza y observa tu entorno inmediato como si también estuviera pintado sobre el papel tapiz, puedes parar allí o ampliar tu atención, de modo que la habitación entera ante tus ojos, sea una superficie plana una imagen pintada.
En éste ejercicio tan sencillo, eliminas el concepto de la taza de café como una cosa separada y aislada, reduciéndola a los fundamentos del color, nada sobre la taza cambio durante este ejercicio, lo que cambió fue tu percepción y experiencia de la taza, la experiencia pura de la taza sin la interferencia de cualquier concepto sobre ella, aquieta la mente, que es lo que hace cualquier experiencia directa, en lugar de pensar sobre nuestra experiencia, la mente no tiene nada contra lo cual luchar.
Desde esta perspectiva, lo atemporal deja de ser extraño, reservado sólo para los místicos, santos y sabios, el estado natural de percepción aparece cuando, las etiquetas, los conceptos, las creencias, las actitudes y la mente inquieta, ya no interfieren, en realidad, lo atemporal es la base de la existencia, la totalidad que la mente fractura, el regreso de la mente a su fuente eterna es la mayor bendición del ser vivo y consciente.
Mientras nos preparamos para nuestra meditación de hoy, consideremos por un momento nuestro pensamiento central:
LA ETERNIDAD ESTÁ AQUÍ Y AHORA
LA ETERNIDAD ESTÁ AQUÍ Y AHORA
Ahora vamos a prepararnos para nuestra meditación, ponte cómodo o cómoda, y cierra los ojos, comienza a ser consciente de tu respiración y sólo respira lenta y profundamente, con cada respiración, permítete relajarte cada vez más.
Ahora, poco a poco, incorpora el mantra ... OM HREEM... OM HREEM... Este mantra abre la conciencia al presente eterno que existe en cada momento de la experiencia, mientras repites el mantra, observa que tu presencia de la conciencia siempre ha existido en tu vida.
Repite en silencio ... OM HREEM... OM HREEM... OM HREEM... con cada repetición siente como tu cuerpo, mente y espíritu se abren a un estado de conciencia expandido.
Cada vez que te sientas distraído, distraída, por tus pensamientos o por los ruidos del entorno, simplemente regresa tu atención a repetir el mantra en silencio ... OM HREEM... OM HREEM... OM HREEM...
Por favor, continúa con la meditación, yo estaré atento al tiempo transcurrido y al final me escucharas hacer sonar una suave campana ... OM HREEM... OM HREEM... OM HREEM...
Es momento de liberar el mantra, sigue sentado y relajado, inhala y exhala lentamente, cuando estés lista, listo poco a poco abre los ojos despacio.
Al transcurrir tu día ten en cuenta este pensamiento central:
LA ETERNIDAD ESTÁ AQUÍ Y AHORA
LA ETERNIDAD ESTÁ AQUÍ Y AHORA
Namasté 🙏
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN
1: La experiencia de ser eterno puede desencadenarse por todo tipo de cosas. Son esos ejemplos en los que pasa el tiempo, pero no te das cuenta porque estabas muy inmerso en el momento. Escribe tres, pensando en lo que te haga sentir inspirado, ligero, dinámico y sin preocupaciones. Ahora escribe en tu diario cómo puedes aumentar estas experiencias.
2: La atemporalidad significa que cada momento es un momento de posibilidad y oportunidad. A menudo, miramos las cosas en nuestra vida como algo sobreentendido: nuestras relaciones, nuestras familias, nuestras posesiones, nuestros talentos. Solo cuando vemos estas bendiciones con nuevos ojos podemos disfrutar de la atemporalidad. ¿Dónde están los lugares en tu vida en los que puedes subestimando tus bendiciones?
3: Teniendo en cuenta tus respuestas a la pregunta 2, ¿Cómo puedes alentar que esas experiencias “atemporales” se hagan presentes en tu vida con más frecuencia? ¿Con qué cambios deseas comprometerte para tomar mejores decisiones en la manera en la que inviertes tu tiempo y energía?
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